Sin ánimo de analizar a fondo, cómo se han repartido el pastel los elegidos en España este 20 de noviembre, aquí van unos pequeños apuntes sobre esta jornada tan predecible.
El resultado final es obvio, no me voy a entretener, todos sabíamos lo que iba a pasar (ojalá supiéramos lo que va a pasar a partir de ahora). En fin, la jornada electoral no da sorpresas en lo esencial, se cumple con creces lo esperado: 186 escaños para el Partido Popular, mayoría absoluta holgada y sin complejos y 110 escaños para el Partido Socialista Obrero Español. Parece que, muchos de esos socialistas y/o obreros les han abandonado. ¿Por qué? Porque apostaron por políticas muy impopulares y absolutamente contrarias a su ideología original. Que lo hayan hecho por obligación o por vocación, no le ha importado al maltrecho parado. Las únicas provincias en las que han ganado son Sevilla y Barcelona, esta última para sorpresa de CIU.
Así pues, con los peores resultados de su historia, mucho peor incluso que los 125 pobres escaños que sacaron en el 2000 cuando la mayoría absoluta de Aznar, los del PSOE se van a casa a descansar. Seguro que tienen ganas de soltar su trozo de tarta envenenada, bastantes disgustos les ha dado ya, señores!
Igualmente de estos resultados todos éramos conscientes, para qué alargarse. Me parece más interesante comentar algunas sorpresas que nos ha dejado la jornada:
En primer lugar, el ascenso brutal de AMAIUR en Euskadi que irrumpe con fuerza de la nada con 7 escaños, pasa por delante hasta del PNV (5 escaños) y consigue grupo parlamentario en el Congreso. Mare meva! Cómo diría aquel, ¡quién lo iba a decir! En todo caso parece que el pueblo vasco ha premiado la decisión de la izquierda abertzale de separarse definitivamente de los violentos y hacer política libre e independiente en la medida de lo posible. La coalición integrada por Bildu y Aralar, ha triunfado de nuevo, como ya lo hizo en las municipales el partido de Bildu y deposita las nuevas esperanzas de miles de vascos. Será interesante seguirles la pista.
Algo muy destacable también son los grandes resultados de Izquierda Unida, que pasa de 2 a 11 escaños y recupera el añorado grupo parlamentario propio. Por fin Llamazares, tan solito en la cámara, tendrá amigos con los que comentar la jugada. Obviamente, este ascenso tiene que ver con el castigo que muchos votantes le han dado al PSOE pero también con la movilización de los ciudadanos de “al fondo a la izquierda”, desencantados con el pensamiento único y que aún creen que otra vía es posible, que hay otra salida aunque muchos se empeñen en negarlo. Así las cosas, ahí los tienes con nada menos que 1.680.810 votos. A pesar de que, humildemente, pienso que el liderazgo, la gestión y la cohesión del partido deja un poco que desear.
Un dato: CIU tiene 1.014.263 votos y le han tocado en el bingo 16 escaños, UPyD 1.140.242 votos y 5 escaños, los totales de IU ya los hemos visto. ¿Lo de la modificación de Ley electoral tendríamos que ir pensándolo seriamente, no? Que los votos valgan lo mismo seas de un pueblo de Soria o de Girona que si eres de Madrid o Barcelona, es esencial para corregir estas injusticias que se vienen dando en el reparto de escaños.
Otro punto muy importante a destacar es que por fin ha llegado la primavera al Corte Inglés parlamentario. ¿Se han dado cuenta de cuántos colores tenemos? Decir que hemos superado el bipartidismo imperante es mucho decir, pero por lo menos la ciudadanía está dispuesta a dar pábulo a grupos minoritarios que espero vengan para quedarse, independientemente de si su gama de color tiende al turquesa o al rojo vino.
A partir de ahora se sentarán en las cortes diputados de 13 partidos muy distintos entre sí y representantes de visiones sociales igualmente variadas como fiel reflejo de la sociedad española, véase: PP, PSOE, IU, CIU, PNV, UPyD, ERC, BNG, AMAIUR, COMPROMÍS- Q, CC-NC-PNC, FAC, GBAI,… ETC (Apunte para los más despistados: esto último no es un partido, sino un etcétera). Como en la viñeta de Forges que ilustra este post, cabrá ver ahora si todos los políticos son iguales.
En conclusión, ¿Que ya tenemos nuevo gobierno? sí. ¿Que todos sabíamos que serían ellos? Sí. ¿Que cuánto durará? Ni idea. Pregúntenle a la Bruja Lola, no a la de las velas negras, sino a la alemana. Pregúntele a la Sra. Merkel cuanto tardará en imponernos un interventor, creado y alimentado por los bancos, como así lo ha hecho con nuestros compañeros italianos y griegos. Al menos Rajoy no se aburrirá si Silvio Berlusconi le invita a una de sus fiestecitas para Cabaglieris en paro.
**La información y estadísticas que se recogen en este post son a fecha de hoy. Posteriormente pueden haber modificaciones tanto en el número de votos, escaños como en los grupos parlamentarios.
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