¿Conoces
a Tina Modotti?, me
preguntó un mexicano en un encuentro de amigos. Estábamos hablando de mi
admiradísima Frida Kahlo. Viéndome metida en esta tertulia, tuve la impresión de
cuanto les debe parecer un lugar común a muchos mexicanos la
recurrencia a estos tótems culturales que ensombrecen otra figuras de igual o
mayor calado.
De hecho, la fotógrafa Tina Modotti
es de origen italiano, pero fue tal su pasión por el México de los años 20 del siglo pasado que tras
emprender un viaje con billete de vuelta, con el también fotógrafo Edward
Weston, decidió que era su lugar y se
quedó para siempre. Asimismo, fue tan grande su inmersión y compromiso con la realidad
efervescente y revolucionaria de este
país que se ganó la mexicanidad a pulso. Pero ante todo, fue una mujer, una
artista, una viajera sin fronteras,
transgresora, comprometida y valiente.
Modotti, es más que una fotógrafa,
que aprendió el oficio de la mano del grande Weston y emprendió su propio
camino artístico, con su propio lenguaje. Se convirtió en un personaje
novelesco que ha trascendido las aristas del tiempo y permanecido en el
imaginario de mucha gente. Sus fotografías son muy bellas, potentes, llenas de
humanidad. Reveladoras de la atmósfera de un país y de una época, de sus
protagonistas, de sus luchas.
Modotti, bella, admirada y deseada
por todos, mujer fatal.
Modotti, camarada del Partido Comunista
Mexicano, espía al servicio de la URSS, enfermera y heroína en la Guerra Civil
española.
Son tantas las facetas, que cuesta
tener una fotografía nítida de Tina,
sin que se escape algo del visor de la cámara. Elena Poniatowska, en su novela “Tínisima”, se acerca a la mujer y a la
artista y nos devuelve toda la energía y belleza de una existencia llena de
talento. Por otro lado, la notable novela gráfica de Ángel de la Calle, “Modotti, una mujer del siglo XX”, es
una delicia de principio a fin, que se degusta como un festín.
Ya lo dijo Neruda: “Cuando quiero recordar a Tina Modotti debo hacer un esfuerzo, como si
se tratara de recoger un puñado de niebla. Frágil, casi invisible. ¿La conocí o
no la conocí?"
Mujer con bandera. México, 1928.
Madre e hijo en Tehuantepec. México, 1929.
Mazorca, cartuchera y hoz. México, 1927.
Vasos. México, 1925.
Viridiana
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