14 de mayo de 2012

KEITA Y LOS DIAMANTES



Conocí a KEITA un día como cualquier otro,  -Siéntate y cuéntame- le dije, ¿quieres información sobre el derecho de asilo?-
Keita era un chico joven de unos veinte y pocos, más o menos de mi misma edad,  con unos ojos enormes y blanquísimos que resaltaban sobre el negro de su piel. Se sentó. -Soy de Sierra Leona y he hecho un largo viaje para llegar hasta aquí. -
Me explicó que había salido huyendo de su país porque en un enfrentamiento armado asesinaron a su padre y a él le hirieron en un brazo, si no quería acabar muerto en cualquier cuneta,tenía que dejar a su madre y sus hermanos y huir.

Con un grupo de compañeros, llegó andando durante meses hasta Marruecos  (sí, andando). Pasó por Mali y por Argelia -el tramo más peligroso- contaba, ya que por el desierto de Argelia hay “patrullas” que pueden descubrirte, así que solamente caminaban por la noche. Cruzó a España nadando desde Marruecos a Ceuta y allí le pilló nuestra policía. Como eran un grupo de indocumentados, a las autoridades patrias no se les ocurrió otra cosa mejor que fletar un avión  a la península y desperdigarles a todos por aquí.

Keita era un poco más joven que yo, y ya había vivido experiencias que espero no tener que pasar nunca. ¡¡Cómo determina tu vida el lugar donde naces!! Me impactó su historia, su  vida y la fuerza que tenía dentro a pesar de todo, así que nunca me olvidé de haberlo conocido.

Sierra Leona vive en uno de esos conflictos eternos y extremadamente cruentos que apenas salen por la tele unos segundos cada 12 meses. Desde 1991 hasta 2002, el país sufrió una guerra civil con periodos de paz intermitentes e inestables que le ha sumido en el terror y en una crisis humanitaria de las más agudas del planeta. ¿La causa?  Resumiendo muy mucho: el control de la explotación de diamantes. En la actualidad, acabada la guerra, no puede hablarse de tranquilidad pues debajo de la paz se esconde un conflicto aún latente que de vez en cuando suelta su lava por una rendija, como si de un volcán se tratara.

En 1992 el golpe de estado del Capitán Valentine Stasser, derroca al antiguo presidente Joseph Saidu Momoh que se ve obligado a exiliarse a Guinea y desde allí colabora con el Frente Revolucionario Unido (FRU)  apoyado por el Frente Patriótico  Nacional de Liberia (FPNL), contra las fuerzas del gobierno del país, históricamente corrupto, cubriendo de sangre los caminos por donde pasan. 

Desde entonces  sobretodo el FRU ha matado, asesinando, mutilado, violado y humillado a la población de Sierra  Leona. Han construido un ejército de niños y adolescentes soldados. La táctica del terror aplicada les ha servido para alejar a la gente de la zona de diamantes, explotarlos con impunidad y posteriormente exportarlos a Liberia, cuyo presidente Charles Taylor,  ha sido el principal instigador y promotor de los conflictos del grupo guerrillero contra el gobierno, grupo que a su vez se financia con el comercio del diamante, del que Taylor es principal beneficiado.

La ONU, Gran Bretaña y USA ha intervenido varias veces en el conflicto sin ningún éxito y poniendo en práctica resoluciones cuanto menos surrealistas. Se firmó el acuerdo de Tomé, en Togo, con el que se pretendía pacificar la zona, reponiendo los poderes del  gobierno pero en el que se incluía una amnistía a los miembros del FRU, cosa que levantó ampollas entre la población.

Este acuerdo de Tomé contrasta con las declaraciones de Kofi Annan, que en su visita a Freetown afirmó que la ONU no apoyaría la amnistía puesto que esta no es aplicable a crímenes de genocidio, contra la humanidad, de guerra o violación de derechos humanos. (Que se lo pregunten a Garzón).

A pesar de todo, el líder guerrillero del FRU, Sankoh, curiosamente no solo fue liberado con inmunidad de enjuiciamiento por crímenes de guerra sino que también fue nombrado Ministro a cargo de las minas de diamantes.

Otra intervención de la ONU fue el embargo interpuesto sobre los diamantes de Sierra Leona para evitar que se exportaran y se vendieran alrededor del mundo. A pesar de ello,  la paz es tan frágil como una bola de cristal, si es que podemos hablar de paz, y sus diamantes de sangre siguen exportándose secretamente a los países vecinos, como Liberia, que a su vez los venden y comercian impunemente en el mercado internacional haciéndolos pasar como propios.

Esto es un recuerdo para Keita, para su historia y la de su familia, hoy, que es un día como cualquier otro, espero que este tipo de conflictos no queden en el olvido.


Ultramarinos Bodeler

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. La historia de Keita sobrecoge porque sintetiza la cruel realidad de un problema general de todo un continente. África es un mundo a la deriva, siendo como es, una tierra riquísima en recursos, donde todos sus hijos deberían nadar en la abundancia, justamente es todo lo contrario, nadan en la miseria, por tener demasiado y ser pasto de la codicia de los mercados internacionales que la licuan como una fruta exótica. África está condenada y nada puede detener su expoliación final; las grandes multinacionales se la reparten como si de un botín se tratara; para manejarla su antojo, colocan a dictadores ineptos y los rodean de riquezas para así poder mantenerlos comprados mientras se llevan las materias primas de los países afectados; si es necesario crean luchas internas para mantener a la población debilitada, atemorizada y sumisa. La historia de Keita es una mas de las muchas que hay en la tierra negra, porque África es el símbolo de la ambición enfermiza de ese capitalismo asesino tan brillantemente definido por Naomi Klein en su libro La Doctrina del Schock.

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  3. Hay miradas que nunca se olvidan e injusticias que nunca acaban...

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  4. Totalmente de acuerdo con vosotros. A África la tienen sitiada por su riqueza en materias primas. Es cierto lo de poner dictadores que controlen sus intereses y aún más lo de fomentar enfrentamientos internos para desestabilizar los países que ya de por sí tienen nula tradición democrática.
    Espero que algún día podamos ser todos libres, aunque los sueños, sueños son.

    Moltes gràcies Karl per seguir el nostre blog, ja anirem comentant batalletes els dies que vaig al centre d'estudis jurídics. Una abraçada!!

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