Como es costumbre en él, Alan Smithee ha dado en el clavo con su
aportación para el blog. Nos conocimos hace años de bailoteo y desde entonces
me sorprende cada día con su capacidad para absorber conocimientos, es una
enciclopedia de música, cine e ideas, un debate no sería divertido si no
estuviera él. El otro 50%, del súper blog de cine http://www.despuesde1984.com/,
esta vez nos propone una buena manera de aportar nuestro granito de arena en
este mundo llamado Kaos. (Ultramarinos Bodeler)
Cada
día presenciamos injusticias y decisiones políticas o económicas contra las que
nos gustaría luchar, pero como es muy difícil realizar alguna acción que dé
frutos tangibles, tanto por la distancia física como por la imposibilidad de
organizar una macro manifestación, nos quedamos cruzados de brazos sin saber
qué hacer. Esta imposibilidad que tenemos para organizarnos suele ser
aprovechada por aquellos que explotan, torturan o cometen injusticias para
mirar a otro lado y seguir igual amparándose en frases del estilo de "si
son cuatro untaos" o "total, a la mayoría les da igual".
Para
evitar estos problemas logísticos y conseguir agrupar a suficiente gente como
para lograr cambios reales nació change.org, una organización con sede en
internet que nos permite actuar contra las injusticias desde la comodidad de
nuestro sofá y en el momento que deseemos, de manera que ya nadie tiene excusas
del tipo "es que a esa hora me va mal ir a la manifestación" o
"ya me dirás que puedo hacer yo para que no ejecuten a una mujer
afgana".
Change.org
es una organización no partidista que permite a cualquier persona, desde
cualquier lugar, iniciar y ganar campañas para el cambio social. Cada día, las
personas que inician peticiones en Change.org consiguen importantes cambios
utilizando un arma tan simple y poderosa como Internet. Change.org es la mayor
plataforma de peticiones online del mundo -cuenta con más de 20 millones de
usuarios en 196 países- y nos ayuda en ocasiones a hacer los cambios que
queremos ver en el mundo.
Hay
campañas para todos los gustos, desde historias menores y locales -una madre
luchando contra el acoso escolar de su hija- a temas más globales -clientes
presionando a una entidad bancaria para que elimine una comisión injusta o
grupos de ciudadanos luchando contra la corrupción de su gobierno. También
encontramos peticiones empezadas por personas anónimas junto a otras iniciadas
por personalidades como Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, que pide ayuda
para liberar a otro premio Nobel de la paz, Liu Xiaobo, encarcelado por el
gobierno chino.
Entre
las victorias de este año encontramos peticiones de índole muy distinta: por la
libertad de expresión (Telecinco retira la querella contra un bloggero después
de su campaña para que los anunciantes retirasen su publicidad de La Noria),
por la igualdad (Ferrocarrils de la Generalitat retira una aplicación para
denunciar indigentes), por la salud (La unidad de cardiología infantil en Las
Palmas no se cierra), por la justicia (Presidente de Indonesia respalda
investigación de corrupción policial) o contra la tortura (Prohibir la
“violaciones correctivas” a lesbianas en Sudáfrica).
En
ese aspecto, vivimos en una época increíble, en la que las oportunidades de
cambiar las cosas son mayores que nunca gracias a la red. Ahora ya no hay
excusas para no intentar cambiar lo que te preocupa. Entra en change.org y
busca alguna campaña de acuerdo con tus ideales y apóyala, con un solo click
puedes cambiar el mundo. En estos días de esperanza en que todo el mundo se
regala cosas, regálale a alguien la opción de cambiar su vida.
Alan Smithee
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