15 de mayo de 2014

Mi Balcón



Voy a preparar el balcón para la primavera, he comprado unas verbenas y unas petunias, en concreto surfinias que son una clase de petunias que cuelgan. Yo no las conocía, no sé tú. Pero como son bonitas y cuestan dos euros las he pillado.
Los geranios ya no los quiero, este ha sido un año de nubes y cambios, así que también cambio los geranios, a ver si se van las nubes. Me gustan pero siempre se acaban secando, no sé por qué a la gente le duran los geranios y a mí no.  Quizás sea la mosca blanca que se les mete en el tronco, el caso es que yo  también tengo esa mosca en la cabeza y no me seco. He estado a punto varias veces en estos últimos meses, no te creas,  pero no me he secado porque me he procurado un poco de abono. Sino, tal y como está la vida… imposible! No te digo más! Uno necesita abono diario y alguna dosis de insecticida porque la tristeza puede marchitar las hojas si uno no está atento.
El geranio tiene unas flores rojas muy bonitas. Yo siempre quise tener un balcón lleno de flores rojas que se vean desde la calle. Cuando paseo me fijo en los edificios modernistas con balcones, también me fijo en los edificios no modernistas con balcones. Pero si además esos balcones tienen flores rojas me paro unos segundos a observarlos de lejos. Luego, vuelvo a andar como si nada.
El caso es que a mí los geranios no se me dan bien.  Últimamente hay muchas cosas que no se me dan bien. Así que este mes voy a plantar  surfinias y verbenas. La de la tienda me ha dicho que  seguro que sobreviven,  no les importa estar todo el día al sol y con regarlas cada dos días, las tendré contentas y darán muchas flores. Las flores son alegría, así que he decidido plantar una petunia en mi vida y otra en mi balcón.  
Ultramarinos Bodeler

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