7 de febrero de 2012

The Wire, sociedad bajo escucha.

Mucho se ha hablado y se hablará de la magnífica serie de HBO The Wire. Sabemos que el personaje favorito de Obama es Omar Little. Que críticos, novelistas y cineastas la tienen como serie de cabecera. Que se ha escrito sobre ella, se han analizado sus grandes aciertos y giros hacia una nueva narrativa. Sin buenos ni malos, cada personaje posee una historia, llena de aristas y contradicciones. Personajes azuzados por la incertidumbre, el azar, la complejidad de los entramados sociales y el poder. Personajes difícilmente clasificables en la etiqueta de sheriff y forajido a la antigua usanza del Oeste. En The Wire, las fronteras entre los mundos de la delincuencia y el orden son imprecisas, y, las normas sociales, fáciles de quebrantar y amoldar al interés individual.

Cada temporada de la serie está vertebrada por un tema central que va diseccionando la realidad de la vida en las calles y en los despachos de Baltimore. Policías, narcos, familias, drogodependientes, políticos, contrabandistas…desfilan por los capítulos conformando un fresco ambicioso y caleidoscópico. Y es en la 4ª temporada donde la serie pone el foco en los chavales, los “chicos de la esquina”, que están creciendo en el ambiente de las bandas callejeras. Cómo se relacionan con los traficantes (muchos de ellos familiares), con el entorno, con la institución escolar, con los adultos que les quieren ayudar.
The Wire, se adentra en el Sistema Educativo y en el valor de la educación, ahí es nada. 

En el centro escolar, donde se desarrolla la trama, la resignación del profesorado es comprensible. El día a día en el aula es una lucha continua. La violencia verbal y física es constante. Un nuevo programa escolar viene a remover las inercias instauradas. Su objetivo, trabajar con los chicos “más problemáticos” y motivarlos desde temas más cercanos a su realidad e intereses.


  * Escena del capítulo 8ª  4ª temporada, "Los chicos de la esquina". 

No obstante, no habrá tregua. Si bien aparecen personajes valientes, dispuestos a que la historia no esté escrita de antemano, la visión es realista y dura. Dukie, Namond, Michael, Donut… ¿jóvenes destinados a seguir los pasos de sus mayores? Desde luego, no lo tienen nada fácil para evitarlo, las presiones son muchas. Y la realidad, en la mayoría de las ocasiones, no es una aliada para las buenas intenciones. Maravilloso el personaje de Howard Colvin, antiguo policía que se implica en el nuevo proyecto educativo y lucha para que salga adelante. Un idealista. Un héroe contemporáneo que nos reconcilia con la esperanza. Howard Colvin, una mirada necesaria.

VIRIDIANA



5 comentarios:

  1. Todos somos fans de Omar! Fucking McNulty!!
    Besotes!

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  2. Pues no sabía que el favorito de Obama era Omar Little. De momento (2a temporada) también es mi favorito, claro, seguido de cerca de Bubbs, que también me encanta

    No se si habiais visto esta noticia, pero me hizo gracia como la realidad a veces emula a la ficción y no al reves: http://www.baltimoresun.com/news/maryland/crime/blog/bal-omar-little-arrested-in-baltimore-20120103,0,3360421.story

    Besotes!

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