Las
minas de Riotinto, ubicadas en la provincia de Huelva, tienen mucha solera. Ya en la Edad del Cobre se inició su
explotación. Tartessos, fenicios y romanos encontraron en sus entrañas
preciados minerales que hicieron relucir ajuares y propulsaron civilizaciones.
Transcurrieron
los siglos y esta tierra lejos de mostrar cansancio no quiso perder
protagonismo: tiene el honor de ser la cuna del fútbol español. En el año 1873
comenzó a practicarse el fútbol por
parte de los británicos que llegaron para explotar las minas. En 1878 se creó
el “Club inglés”, el Rio Tinto Foot-Ball Club. Once años después se creó otro
club, el “Huelva Recreation Club”, el actual Recreativo de Huelva.
Se
produjo el cierre de las minas en 2000 por falta de rentabilidad. No obstante,
la revalorización actual de los metales, especialmente el cobre, han abierto
nuevas expectativas para las minas, volviendo a despertarse de este breve
letargo. Pero el Río Tinto, aún guardaba
más jugadas magistrales.
El
intenso color rojo del río es debido a la meteorización de minerales que
contienen sulfuros de metales pesados, hierro principalmente, procedentes de los yacimientos a lo largo del
curso del río. En un hábitat tan contaminado parecería que cualquier tipo de vida
sería incompatible. Pero no es así, existen unos microorganismos que subsisten a base de los compuestos químicos y
minerales presentes bajo la superficie, sin ninguna interacción con el
exterior, esto es sin oxígeno. En el año 2003, la NASA escogió este particular
ecosistema para estudiar su posible similitud con el ambiente del planeta
Marte. Se puso en marcha el Proyecto M.A.R.T.E (Experimento Astrobiológico de
Tecnología e investigación para Marte).
El objetivo: encontrar formas de vida extremófilas en el subsuelo del
río Tinto y desarrollar tecnología para ser utilizada en la búsqueda de vida en
el subsuelo de Marte. El experimento confirmó la posibilidad apuntada de que determinados tipos
de organismos pueden sobrevivir bajo las restrictivas condiciones del planeta
Marte, sin existencia de oxígeno.
El interior de las Minas de Río Tinto no deja de sorprender y compartir sus extraños frutos.
El
río, en las noches claras , observa a su
hermano planeta rojo, a veces un reflejo, a veces una quimera. Life on mars,
tan cerca y tan lejos.
Viridiana, texto y fotografía
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