11 de junio de 2012

El país del (no) olvido y del encanto



De  mi travesía por Colombia me llevo muchos recuerdos. Algunos seguramente calarán más y otros menos. Habrá imágenes que dejarán más impronta que otras, y es que en esa selección no del todo azarosa, la memoria tiende a quedarse con aquello que le resulta más significativo.

Sin lugar a dudas, algo que me llamó bastante la atención durante mi estadía, fue la sensación de estar viendo los vestigios de la España del siglo XVI. El pasado colonial de este país americano se percibe aún latiendo y dando coletazos. El Virreinato de Nueva Granada y la Inquisición que en otros tiempos dominaron aquellos territorios, son una especie de fantasma presente que persiste el paso del tiempo.

Cartagena de Indias es un pasadizo al pasado que nos muestra la cara más cruel de ese sistema colonial: la esclavitud. Descendientes de aquellos africanos forzados a venir al Nuevo Mundo transcurren por las calles del casco histórico vendiendo frutas y artesanías a los turistas. El paisaje sin lugar a dudas se ha transformado. No es el mismo que vieron sus antepasados cuando arribaban encadenados al puerto.

Antes de la llegada del “hombre blanco” a lo que hoy es Colombia, no había ni café, ni caña de azúcar, ni bananas, ni mangos. Alimentos que hoy en día ilustran la imaginación de cualquier persona que quiera graficar en su mente a este país. Colombia es famosa por su café, a pesar de que esta planta tiene sus orígenes en tierras más lejanas que las de su principal productor mundial.

Haciendo esta reflexión, quise hacer un esfuerzo por tratar de imaginar cómo era esa tierra antes de la Conquista. Y cuesta mucho poder visualizar eso. El paisaje está tan transformado y las culturas tan mezcladas, que a uno se le dificulta determinar cuándo comienza el “había una vez”.

Por ser un país caribeño, debería denostar alegría y felicidad. Sin embargo, adentrándome un poco más allá del contagioso ritmo de la cumbia y el ballenato, vi demasiados rostros marcados por el desprecio, la marginalidad, la violencia, el olvido y el desencanto.

Recuerdo estar sentada en un parador playero en las Islas del Rosario, regocijando mi vista y mi cuerpo con la majestuosidad del paisaje tropical, y escuchar la charla entre una joven noruega y otro joven danés.

¿Por qué viniste a Colombia?- le preguntó ella. “Lo dejé todo y me vine para acá. Renuncié a mi trabajo, vendí el auto, saqué mis ahorros del banco y me vine un año a recorrer Latinoamérica. Necesitaba saber cómo es la vida de verdad. Allá la vida es un sueño, es irreal todo lo que pasa en Europa. El sentido de la vida está acá”-argumentó él.



No sé si en Colombia o en Latinoamérica está el sentido de la vida. Seguramente, el realismo mágico descrito por varios renombrados poetas latinoamericanos se quede corto a la hora de explicar qué sucede desde este otro lado del mapa.

Jovencísimos militares se pasean por las calles de las ciudades adornando su quebrantable cuerpo con largas escopetas plateadas. Son una señal de que el país aún tiene varias cicatrices por curar. Para el foráneo, caminar entre ellos y tener un roce tan próximo con las armas, puede resultar algo molesto e intimidante. Sin embargo, para la gente local es un decorado más de su transformado paisaje.



Colombia me dejó muchas impresiones. Me dio la posibilidad de saborear un poco de aquella Historia que yo leía en los manuales del colegio y que no sabía muy bien cómo representar. La Cruz allí penetró con una intensidad superadora de todo mesianismo, y fue tanto su poder de arraigo, que en algún punto logró que sus fieles se quedaran atrapados en el tiempo.
Este viaje para mí fue eso. Un viaje al pasado, de ese que está vivo y que no se quiere ir. Colombia le lucha al olvido y le sonríe al encanto.




Katrina Viribendi

3 comentarios:

  1. Maravillosas fotos y retrato de un país, más allá de la postal. Me ha encantado!!

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  2. Gracias por compartir con nocostros tus vivencias y permitirnos viajar con tus palabras a un pais tan lindo como Colombia!!! =)

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  3. Gracias a ustedes !!! Son postales cartografiadas desde el alma =)

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